Así es, damitas, caballeros: una peligrosísima mujer fue detenida en posesión de la ingente cantidad de 20 plantas de peyote (sin duda, una cantidad suficiente como para drogar a 50 ballenas azules, 20 elefantes, 15 rinocerontes, 13 acociles , 12 ornitorrincos, 9 jipis y 5 amebas, todos juntos) y un frasco de vidrio con el mismo vegetal alucinógeno, científicamente llamado Lophophora williamsii (la cactácea, no el frasco :B). La justicia y las leyes se han impuesto, honrando a la sociedad y a sus instituciones, y por ello esta temible delincuente recibió una sentencia de 4 años de prisión y 50 días de salario mínimo de multa. Que suene el mariachi, que ondeé nuestro lábaro patrio y brindemos con tequila hasta perder la conciencia (no teman, el alcohol es una droga legal :B).

Además, el panfleto especifica que fue el juzgado cuarto de distrito el que se encargó de aplicar todo el peso de la ley, y que la detención corrió a cargo de “elementos de la Agencia Federal de Investigación en las inmediaciones de un restaurante, en la Autopista México-Querétaro, a la altura del kilómetro 180, municipio de San Juan del Río”.
Fuentes de la PGR que pidieron conservar el anonimato revelaron a Cosas Triviales que éste es el primero de varios golpes que se tienen planeados contra otros peligrosísimos personajes relacionados con el consumo o tráfico de peyote o híkuri. “Tenemos en la mira a dos chamanes huicholes y a un artesano purépecha, quienes presuntamente han empleado este estupefaciente. También tenemos bajo observación satelital a un jardín botánico de una universidad, pero sobre todo a varias hectáreas en el desierto donde, al parecer, se le cultiva para que se confunda con la vegetación local; no nos hemos aproximado a estas zonas porque al parecer están bajo el resguardo de hambrientas serpientes y jaurías de coyotes. También andamos tras el rastro de un tal Carlos Castaneda, pero parece que huyó dando un salto al vacío”.
Al preguntarle a uno de nuestros contactos si se tiene pensado hacer la detención de algún capo importante, como el Chapo Guzmán, nos contestó indignado: “La Procuraduría es seria y no pienso contestarles esa pregunta provocadora. No traten de minimizar el logro de esta importante detención que pone el alto a una traficante que tenía en jaque a la humanidad”.

Por cierto, nunca se nos especificó qué se hizo con el cuantioso cargamento de peyote. Seguro que la autoridades sabrán resolver el problema y disponer de varios trailers para su traslado, o de una pipa de gasolina y un soplete para su destrucción.
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